¡Aquí estamos! Seguimos con el testigo que nos dejaron los vecinos y vecinas que fundaron y construyeron esta asociación en los años 70. Han pasado ya más de 30 años desde su fundación y hemos pasado por la ilegalidad de los primeros años, las alegalidades siguientes, siempre siendo motores de la castigada sociedad civil; conformando, engendrando, pariendo la actual democracia que disfrutamos y padecemos aún (un@s más que otr@s)
¡Aquí estamos! Hoy casi olvidados o, más bien, desplazados, de la memoria colectiva por la marabunta multimedia y demás ofertas de ocio.
¡Aquí estamos! para bajaros a la calle y conocernos.
Se nos viene a la memoria el clamor de las diversas manifestaciones que recorrían el barrio en los primeros años de su construcción: “¡VECINOS, MIRONES, BAJAD DE LOS BALCONES!”, gritábamos. Manifestaciones en contra de los apagones del alumbrado público, que acababan llenando de velas la sede de la promotora COBASA (hoy cervecería Pive). Otras muchas en contra de la gran colonia de ratas con las que convivíamos mientras jugábamos, blanco de nuestras iras y cacerías (“Malditos roedores!” nos decían por la tele); o la lucha contra la línea de alta tensión aérea que el Ayuntamiento de Manuel del Valle instaló a pesar de las protestas vecinales reprimidas duramente por la policía; y como no, la lucha por la desaparición del asentamiento chabolista de una forma digna y por la construcción de viviendas sociales para, entre otros, los jóvenes del barrio.
Desde San Diego, esas torretas que empezaron a construirse blanquiazules a finales de los sesenta en medio del campo, más allá de las vías del tren, vendidas por 300.000 pesetas (delasdeantes) por familias trabajadoras, familias que con sus reivindicaciones consiguieron mejoras importantes para el barrio ( por algo estamos rodeados de colegios y zonas verdes), barrio que terminó teñido de marrón:
Un saludo vecin@, residas o no en este barrio, propietari@, inquilin@, okupa o sin techo, bienvenid@.